La nutrición clínica se centra en mejorar la alimentación y, por tanto, la calidad de vida, de aquellos pacientes con algún tipo de patología. Mi objetivo es diagnosticar y gestionar los cambios nutricionales y metabólicos vinculados con enfermedades crónicas o agudas. Para ello, confecciono un plan diferente para cada persona, siempre adaptado a sus necesidades, disfunciones y requerimientos dietéticos.
Esta área de la medicina también se encarga de contribuir a la prevención de enfermedades asociadas a una alimentación inapropiada, como la diabetes, el sobrepeso o la obesidad. Seguir una correcta nutrición, es decir, una dieta equilibrada que combine todos los grupos alimentarios, es esencial para acelerar el proceso de recuperación y disponer de una buena salud.